Estuve feliz durante unos días porque tuve una entrevista
hace unas dos semanas; me ofrecieron un trabajo de mi agrado y con un sueldo
justo. No me han cogido, pero se han tomado la molestia de llamarme para
decírmelo, y el solo hecho de tener una entrevista es como que la cosa empieza
a moverse.
Ese día llegué a casa y me entero que había empezado la
nosécuánta edición del Gran Hermano VIP, que es como el Gran Hermano de los
desconocidos, solo que para entrar en este tienes que ser "famoso". Los
méritos para ser considerado famoso y entrar son variados. No hace falta que seas un actor decadente o
un deportista con la carrera acabada. Algunos hay que han hecho algo, que no
parece que se hayan limitado al famoseo barato: un presentador de televisión,
una actriz y un Míster España. Viven básicamente de su imagen y es lógico que
quieran explotarla. Los "méritos" de los otros concursantes son de muy diversa procedencia.
Uno de ellos es Julián Contreras Jr., hijo de Carmina
Ordóñez (socialité) y Julián
Contreras (cantautor), y nieto de Antonio Ordóñez, torero. Ha publicado un
libro, pero no tiene profesión definida.
Otra que le ha pillado el tranquillo a lo del famoseo es Rosa
Benito, cuñada o excuñada de Rocío Jurado, y colaboradora de televisión para programas de chismes sobre la vida
íntima de cantantes, toreros y lo que se tercie.
Luego está Laura Matamoros, hija de Kiko Matamoros, que
creo que es periodista y también colaborador
de televisión para programas de chismes sobre la vida íntima de cantantes,
toreros y lo que se tercie. De la chica no he conseguido enterarme a qué se
dedica.
Sigue Javier Tudela, hermanastro de la anterior porque su
madre, Makoke, está casada con el padre de la chica. Él no sé si es Ni-Ni o
simplemente Ná de Ná. La madre, Makoke, también es colaboradora de televisión para programas de chismes sobre la vida
íntima de cantantes, toreros y lo que se tercie.
No podía faltar Raquel Bollo, exmujer de Chiquetete,
cantante, primo de Isabel Pantoja, también cantante y actualmente presidiaria.
La Bollo también es colaboradora de
televisión para programas de chismes sobre la vida íntima de cantantes, toreros
y lo que se tercie.
La cosa empieza a variar un poquito (pero solo un
poquito). En la casa de Gran Hermano VIP (qué VIP ni qué leches) ha entrado Sema,
amiguííííííííííííííísimo de Isabel Pantoja hija, hija de Isabel Pantoja madre,
prima de Chiquetete, exmarido de Raquel Bollo.
También aparece Rappel, adivino. Si se mete es porque ya
sabe que va a ganar.
Sorpresa. Nos encontramos con una tal Liz Emiliano, que
dice que es modelo. Hasta ahora no había oído hablar de ella.
¿Y quién es Belén Roca? Yo que pensaba que tenía que ver
con los retretes y resulta que no: parece que es sobrina nieta en segundo grado
de Camilo José Cela.
Una que tiene una jeta que no puede con ella es Carmen
López, exconcejal de Ciudadanos. Pretendía irse a vivir a Estados Unidos y que
el partido le pagara los vuelos desde Chicago para asistir a los plenos. ¿Qué
vas a pretender ahora?
Otro profesional que no incluí al principio es un tal Julius,
cocinero de Canal Cocina y alumno de Arguiñano. A ver, chaval. Tú sabes hacer
algo. ¿Qué haces ahí?
En fin. No debería ser una sorpresa que todos estos
personajes antes mencionados, conocidos o no para mí, estén participando en un
programa de estas características, pero creo que no he sido la única en
sorprenderme e indignarme más, si cabe, la presencia en tan insigne evento
televisivo de Francisco Nicolás Gómez, más conocido como "el Pequeño
Nicolás".
Creo que estudiaba en la Universidad cuando le trincaron
hace dos años por una serie de movidas que podría resumirse con una palabra:
corrupción. Es difícil resumir a lo que se dedicaba este muchacho en las clases
extraescolares porque estaba metido en tal cantidad de tinglados y logró
colarse por la cara en tal cantidad de actos oficiales que nadie se explica
cómo le tomó el pelo a tanta gente un chico que se acerca a los veintidós años.
Por cierto, no ha terminado la carrera y debe dinero de la matrícula, pero si
le pagan los 250.000 euros que dice que le deben no tendrá ningún problema en
cubrir los gastos que tiene pendientes.
Aquí es donde llego a la pregunta que tenía en mente
desde hace un rato. ¿Para qué estudiar si parece que con ser un ladrón es
suficiente? Tráfico de influencias, falsificación documental y estafa a la
Hacienda Pública (a todos nosotros) figuran entre los méritos conocidos de este hombrecillo que siempre será conocido
como el Pequeño Nicolás, y como recompensa a tan arduo trabajo recibe 3.000
euros al día, aunque no sé si le descontarán el tiempo que pretendía ausentarse
los domingos para ir a misa.
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