sábado, 31 de diciembre de 2011

¡¡¡FELIZ 2012!!!


Estas fiestas están siendo de lo más atípicas: estoy de canguro de un perro y un gato. El perro es una hembra de fox terrier, como Milú pero con manchas, y el gato es un macho de gato común europeo. Son guapísimos, pero no sé dónde he metido el cacharro que sirve para pasar las fotos del móvil al ordenador…

Así es Chiquita, pero no es Chiquita.
Así es Mamiau, pero no es Mamiau.

Bueeeeno, ya quedan pocas horas para que termine el 2011: no ha sido tan mal año como el 2010 (lagarto, lagarto). Cenaré con Chiquita (la fox) y con Mamiau (el gato). Me tomaré unos espaguetis, en Japón son símbolo de prosperidad para el Año Nuevo.

Mis espagueti tendrán menos nata y más panceta.

Después pollo asado con patatas, eso es que me gusta mucho.

Por si alguien no lo había notado, esto es un pollo asado.

Regaré la cena con un cariñena que, para lo que me ha costado, a saber qué clase de reserva será.

Nada como un tinto para un pollo como el que me voy a comer.

Unos turroncitos y uvas de la suerte, muchas uvas, a fin de cuentas, no habrá ningún notario presente para ver si me meto en la boca 12 ó 24.

Uauuuu...

Me he comprado un kilo, por si acaso.

En fin, de verdad que os deseo que tengáis un Feliz 2012, que nos lo merecemos (por lo menos yo). ;) 

martes, 13 de diciembre de 2011

Alejandra

Alejandra

Si mis matemáticas no me fallan, Alejandra cumplió 34 años el pasado 19 de julio. Para entonces ya llevaba algún tiempo hospitalizada, no recuerdo cuánto pero ahora eso da igual.

Todo empezó cuando le dieron unas hemorragias muy fuertes: una amiga la llevó a un hospital y ahí quedó ingresada. Tardaron tiempo en dar con lo que tenía. Finalmente encontraron que tenía un problema de plaquetas, era una leucemia que se había escondido. Pero al menos ya se sabía lo que tenía.
Al cabo de un tiempo se decidió quitarle el bazo como parte de una serie de medidas encaminadas a su mejora: la intervención tuvo lugar el 24 de noviembre. Mientras esperábamos noticias sobre su evolución, tuve ocasión de hablar con Alejandra por el Facebook: me dijo que cuando se inició su enfermedad pidió la baja médica y, a pesar de haber trabajado bien, como la enfermedad se prolongaba, terminaron despidiéndola. Está angustiada porque hacía frente a sus gastos con unos ahorros que ya se le han terminado, y no tiene paro.

Lo cierto es que para ayudarla, dos amigas suyas, Beatriz y Noelia, han tenido una idea: recaudar fondos para echarle un cable a Alejandra. Según me dijo Bea, “cualquier ayuda, por modesta que sea, será bienvenida”. El número de cuenta de Alejandra es el 20540485179190286374 y pertenece a la Caja Cívica de Navarra  o Caja de Ahorros de Navarra, como me dijeron en mi entidad bancaria. Su nombre completo es Alejandra Vega, seguramente os lo pidan.

Ahora Alejandra ha salido del hospital donde estaba a la espera de poder entrar en alguno especializado en hematología, dado que la operación a la que se sometió no dio el resultado esperado. Le gustaría La Paz de Madrid, pues tiene a los mejores oncólogos de Europa y un servicio de Hematología muy bueno.

Me he quedado sin saber muy bien cómo terminar este post. Sólo decirle a Alejandra que no está sola.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Los derechos de los animales

Lo que tiene vivir en una ciudad como Madrid es que te encuentras cosas de lo más variopinto. En la zona del Centro, donde me gusta mucho callejear, es habitual ver a magos, músicos, pintores... Estos días ya se ven a los vendedores de lotería y dentro de poco veremos a los bomberos vendiendo calendarios. Hace unos días ví a un grupo de representantes del Pacma, Partido Animalista, que defiende los derechos de los animales. Lo cierto es que empecé a documentarme sobre el partido, su programa y sus líneas de acción, pero cuando me puse a buscar fotos y vídeos no pude seguir: se me cayó el alma a los pies viendo las fotos y los vídeos de los perros abandonados. No pienso poner fotos truculentas en este post, el que quiera verlas que las busque: todos sabemos que los animales no son tratados como se merecen, y lo más probable es que sus derechos son contemplados en el programa de los demás partidos de forma anecdótica.

De todos modos, quería hacer una pequeña mención a Chico, el mejor amigo de mi difunto Trasgo. A diferencia de éste, Chico no lo tuvo siempre fácil: fue un perro callejero del que se sabe que estuvo viviendo cosa de un año en la calle, y fue empleado para hacer prácticas de tiro. Hoy tiene un hogar feliz, en compañía de Carmen y de su otra mascota, la gata Kira.

De izquierda a derecha, Chico y Trasgo.

Por favor, gane el que gane este domingo que se acuerde de estos seres: si no miramos por nuestros mejores amigos no esperemos que nadie más lo haga por nosotros.

martes, 1 de noviembre de 2011

Halloween


Cuando la fiesta de Halloween empezó a celebrarse en España se dijo que era una cosa más que venía de los Estados Unidos. La precedían los donuts, la Coca-Cola, los westerns… infinidad de cosas que siguen ahí como una parte más de nuestra cultura cuando, que yo sepa, la fiesta de Halloween es de origen celta. Me puse a curiosear por Internet para ver si encontraba en qué momento pasó la fiesta de Europa a Estados Unidos: sólo tenía claro que no fue con los peregrinos del Mayflower. No tardé en encontrar que la llevaron los inmigrantes irlandeses que huían del hambre de la patata en Irlanda entre 1840 y 1850. Huían del hambre…


Hoy cuando venía a casa en el autobús me dí cuenta que los cristales estaban hecho un asco. Habían estrellado algo que era como una baba y ya estaba seco: eran restos de huevo. Conté el número de cristales que tenía el autobús, calculé el número de huevos que podían haber tirado a cada cristal y el total era de 60 huevos.


No hace falta remontarse al siglo XIX para encontrar hambre, hay hambre ahora: ¿De dónde viene la insensatez de estrellar huevos con la necesidad que se está pasando en tantos sitios? ¿Los inmigrantes irlandeses hubieran celebrado Halloween desperdiciando lo que se podían llevar a la boca?

sábado, 22 de octubre de 2011

Cuando una buena noticia no siempre es la mayor alegría

No me había dado cuenta de que llevaba tanto tiempo sin escribir por aquí. La verdad es que he estado ocupada con varias cosas que requerían un poco más de atención: cosas del otro blog, voy haciéndome con los temas que me faltan para la oposición, hasta encuentro sitios donde poder comprar ropa de mi gusto que, parece una tontería, no siempre es fácil a pesar de vivir en una ciudad como Madrid. En muy poco tiempo pasé de una talla 44 a una 38 y, de repente, la mitad de mi ropa no me servía. Ya voy teniendo qué ponerme: quizá me falte alguna chaqueta para el invierno y zapatos, pero tampoco quiero obsesionarme, baste que salga para ir a comprar algo que no lo encuentro. Yo lo que hago es encontrar, que no buscar, y para ello me pongo a callejear por el Centro, por la zona de Sol y perderme por ahí mientras oigo a los músicos callejeros. A veces me paro a escuchar a un violinista rumano que toca a Vivaldi y a Bach, otras me detengo a ver los juegos de magia de un mimo, y me pongo a pensar en muchas cosas, en mucha gente… Un día decidí que podía ir a visitar a mi amiga Nancy, que vive cerca de Saint Louis (Missouri) y me puse a maquinar el viaje: cuadrar las fechas de las vacaciones con la fecha perfecta para hacerlo, que sería enero, después de Reyes; comprar la ropa pensando en el invierno de ahí, que deber ser fino; qué útiles personales puedo llevar; hacer el pasaporte, buscar un vuelo económico… Un montón de embrollos que, todos, son bienvenidos porque necesitaba escaparme de aquí, ver las cosas con distancia, y que mejor que una amiga que me comprende y me ha escuchado siempre. Además, a pesar de mantener el contacto con ella por Internet, no la he visto personalmente desde que vino a España a ver la Expo de Sevilla, así que todo eran motivos para hacer ese viaje.

Pero hace dos días me llega un sms convocándome a una reunión informativa sobre un curso que había pedido hace tiempo y que, si finalmente me lo dan, me puede venir muy bien para encontrar en el futuro un trabajo relacionado con mi profesión (soy profesora). Mientras intento dar con el contacto del centro donde se impartirá el curso para saber con tiempo si el curso y el viaje interfieren entre sí, me entero de un asunto sobre un amigo y me entristezco un montón, y luego me entero por el contacto que se espera que el curso empiece a mediados de noviembre y que durará cuatro meses, con lo cual me aplasta por completo el proyecto del viaje. Claro que, el viaje lo puedo posponer y, de hecho, cuando hablé con Nancy para decirle que quería ir a visitarla le dije que iría a verla el año que viene, y que mi primer intento sería en enero, y si no podía ser pues unos meses más tarde. Y si lo hago más tarde el viaje, tendré más dinero ahorrado y tendré el curso hecho, lo cual me viene muy bien. Pero después de la tristeza que me he llevado hoy, me hubiera venido muy bien hacer el viaje ahora mismo. 

sábado, 24 de septiembre de 2011

Cadillac

Esta entrada la tenía que haber sacado antes, pero lo que tiene irse de marcha cuando se tienen tarataytantos años y “llegar a casa de madrugada” es que tardas más en recuperarte. Bueno, siguiendo con mi terapia de música ochentera, el 21 de este mes, o sea, hace dos días, me fui a oír a uno de mis grupos favoritos, uno de esos que no tuvieron la suerte que se merecen pero, para fortuna mía (y de mucha más gente) están volviendo a la palestra. Se trata de Cadillac (no los Fabulosos Cadillac, no nos vayamos a confundir, que además de fabulosos tienen muy poco). Cadillac apareció allá por los 80 con Pensando en ti (1981). En este primer álbum formaban el grupo José María Guzmán (guitarra y voz), Eduardo Ramírez (bajo y voz), Pedro Sánchez (teclado y voz) y Javier de Juan (batería).



En la imagen de arriba, y de izquierda a derecha, Javier de Juan, Eduardo Ramírez, José María Guzmán y Pedro Sánchez.
Para Llegas de madrugada (1982) se fue Javier de Juan y entró en su lugar Daniel Jacques de Louis.



(Está claro que aquí no se les ve pero se les oye, y muy bien.)
El siguiente LP (no hay que olvidar que en esta época teníamos los vinilos) fue Un día más (1983), que incluye un tema tristísimo donde los haya, Perdí mi oportunidad. Así que os pongo esta otra, Sólo amor.



(Como agarre al que cortó el comienzo...)
Funkyllac (1984) ya no cuenta con Eduardo Ramírez, y en su lugar entra Pepe Marchante. Es un álbum que rompe con todo lo que había hecho el grupo anteriormente: más funky y más sintetizadores. Una muestra de ello es el tema de los Shocking Blue, Venus.



(El tío de blanco que no para de moverse es Pepe Marchante.)

Pero en 1986 Cadillac es seleccionado para representar a España en el festival de Eurovisión, con el consiguiente gafe que eso ha traído a la mayoría de los artistas españoles que han pasado por ese certamen. Valentino es el tema que cantan y el nombre que lleva el disco que saca la formación, que a estas alturas se ha quedado en trío pues se ha marchado Pepe, y se han quedado José María, Pedro y Daniel.



Para disgusto de los fans (yo me llevé un berrinche espantoso) el grupo se disuelve, y hasta 2010 no nos deleitan con otro disco, 25 años, donde se incluyen versiones magníficas de temas antiguos, y algunos nuevos. Esta vez Cadillac lo forman José María Guzmán, Eduardo Ramírez y Pedro Sánchez.

Bueno, volviendo al concierto. Fui con mi amiga Sarah Hill. Llegamos las primeras, cuando aún no había llegado nadie, y para hacer tiempo nos fuimos a comer algo a un restaurante cercano, donde vimos a Eduardo. Luego nos dirigimos a la sala donde iban a actuar los muchachos, y ahí saludé a Pedro de parte de “Tita”, una compañera mía de trabajo que me dijo que lo conocía. Más tarde, “Tita” me dijo que se acordó que a ella Pedro la llamaba por su nombre, Esperanza, y que lo conocía de la pandilla de Getafe. Después saludé a Guzmán y, finalmente, empezó un sensacional concierto acústico, donde José María tocó un tipo de guitarra bastante curioso, Pedro se estrenó como percusionista y Eduardo nos deleitó con el bajo. Les acompañó con el teclado “Toni Flowers”, como siempre único.

No hace falta que diga que estoy esperando el anuncio de su próxima actuación. No os limitéis a leer una simple enumeración de sus temas. Temas únicos, voces inimitables: son únicos, de verdad. Y por una vez no llamé a mi amiga Paky Burgos, de Terrassa, para restregarle por la cara lo que se estaba perdiendo.


viernes, 9 de septiembre de 2011

No todo iba a ser malo

He estado mucho tiempo sin escribir porque tenía demasiadas preocupaciones en la cabeza. Mi futuro laboral no estaba claro y siempre hay gastos. Por poner un ejemplo, no me vendría mal un libro de Geografía que cuesta 40 euros, y cuando voy camino de la librería veo en un periódico algo acerca de una huelga por las medidas que se quieren tomar para regular en la Comunidad de Madrid la profesión de profesor (lo he dicho de la forma más educada que he podido).

Y un día recibo un e-mail. Resulta que una cadena especializada en la venta de libros abre un local nuevo en el Paseo de la Castellana de Madrid. Para celebrarlo, obsequia a los madrileños con un concierto gratuito en el que actúan Rebeca Jiménez, Mikel Erentxun, Ariel Rot y Los Secretos. Entre que había dormido mal la noche anterior y estaba cansada por una tarde de trabajo no tenía muchas ganas de ir, pero mi sobrina me convenció y fui al concierto con sus amigos. Bueno, a lo que quedaba del concierto, porque me esperaron a que saliera del trabajo. Llegamos cuando ya estaba empezada la actuación de Ariel Rot, pero aún así quedó mucha actuación por delante: fue alucinante. Y Los Secretos ya ni os cuento. Volví a casa con otro ánimo. Bueno, aquí tenéis una pequeña muestra de los artistas a los que escuché ayer, no todo iba a ser malo.



Espero que hayáis disfrutado.

domingo, 21 de agosto de 2011

JMJ


A mí no me ha molestado la visita del Papa a Madrid: pienso que la religión es importante porque es lo único que tiene mucha gente; es más, yo rezo de vez en cuando, aunque tengo que reconocer que no voy a la iglesia. Pero sí hay varias cosas que me han molestado: el billete de Metro me lo subieron de 1€ a 1,50 para que los peregrinos que han venido a las JMJ tengan que pagar sólo 0,50€; también me ha molestado que los menús de 7-8€, que a veces encuentro-encontraba en el Centro de Madrid, los tengo ahora a 10€. Para salir al paso, he ido a alguna hamburguesería, y veo que a los peregrinos les atienden antes. Y cuando se vayan, todos los precios que han subido los mantendrán ¿dónde los han bajado después de haberlos subido? Y bueno, una última cosa: a Madrid vienen muchos Jefes de Estado, en este caso -además- espiritual, pero ¿cuántos vienen con un millón de personas que no paran de gritar por todas partes? (dentro de los pasillos del Metro, por ejemplo). Yo hubiera echado de menos un poco más de silencio después de lo que ha costado la visita. No pido que el Papa no regrese, sólo pido que se sea un poco más prudentes con los gastos en una época de crisis.

sábado, 6 de agosto de 2011

Cómo hemos cambiado

Hace unos días tuve ocasión de pasar unas pequeñas vacaciones con unos sobrinos. Ulises, de 11 años, es un gran conversador; Darío, de 5 y ahijado mío, es muy cariñoso: se pasó casi todo el tiempo diciéndome “tía, te quiero mucho”. Micaela cumplirá 2 añitos a finales de septiembre y es una mandona. Aitana tiene 2 años y medio y es muy tímida, pero después de un rato se acerca a la gente. Pero el que más me ha llamado la atención fue Darío ¿y por qué? Porque es quien me ha hecho ver lo que puede cambiar una persona con las desilusiones de la vida. Si subíamos a un trenecito y veía una niña comiéndose unas patatas no tenía problema en pedirle una; si veía a unos niños jugando en el parque se acercaba y les preguntaba si podía jugar…


Darío no tenía ningún inconveniente en tomar la iniciativa si quería algo, y no tenía miedo al no. Esa actitud la he perdido hace mucho tiempo; hay cosas, muchas cosas que me pierdo por miedo al no, por miedo al rechazo. Y lo mismo no me corto un pelo en lo referente al trabajo, pero a la hora de tratar con la gente, hay veces que prefiero quedarme sola a llevarme una desilusión. Ojalá Darío no cambie nunca.

martes, 5 de julio de 2011

Mónaco

Mónaco, un estado que apenas ocupará dos kilómetros cuadrados. Estuve allí hace más de un año, en diciembre del 2009, una semana, por Navidad. En aquel viaje tenía Niza como base de operaciones y luego iba en el coche a otras poblaciones: Cannes, Antibes, Saint-Tropez Mónaco… He tenido la oportunidad de conocer lugares impresionantes como París o Viena, pero lo que se ve en Mónaco es de escándalo. 
Mansión de los Rothschild en Mónaco. Bueno, es una parte de ella, porque en realidad es mucho más grande.

Para empezar, diré lo que no se ve: casas de pobres, los todo 100 ni en sueños, y tampoco recuerdo que viera un supermercado (aunque supongo que lo tendrían escondido  en algún sitio, porque en Mónaco también se come). Tiendas habían las normales ahí: Chanel, Armani, Gucci… 
Tienda de Chanel en Mónaco.

También ví a una señora contemplando el escaparate de una joyería que había junto al Casino (ese que sale en todas las películas de James bond), sufriendo ante el terrible dilema de decidir entre el diamante o los rubíes. Y el abrigo que llevaba (aunque no hacía frío) no era de piel de conejo. Yo me saqué una foto apoyada en un Rolls que había en la puerta del Casino, donde entré hasta donde se podía entrar sin pagar. 
Casino de Mónaco.

Luego, me senté en el Café de París, donde me tomé un café con leche muuuuy despacito. Desde que me fui sigo con ganas de volver. Por cierto, el sábado se casaron Alberto de Mónaco y Charlene Wittstock: quiero pensar que el careto que llevaban era por cansancio, porque sino pensaría que se enteraron que después les pondrían pollo frito y no perdices.
Alberto Grimaldi y Charlene Wittstock.

lunes, 20 de junio de 2011

¡¡¡FIESTAAAAAA!!!

Joé, qué estrés. Ayer me fui a cenar con mi madre a un japonés y a ver la última película de Ricardo Darín, Un cuento chino: buenísima, la recomiendo.


Mi madre me regaló una sortija que había sido de su padre y, para mí tiene mucho valor sentimental porque no lo conocí: un día hablaré de él. Hoy he almorzado con parte de mi familia: comimos pollo asado y montañas de patatas fritas (es que me gustan).



Más tarde, comí tarta con unos amigos.


Luego otra vez a cenar con otra parte de la familia, después otra vez con unos amigos.


Y por fin en casita. Mañana más, que llevaré bombones al curro.


Además (no es por presumir), me han llovido las felicitaciones: me han llamado desde Terrassa, Tarazona, Talavera (que curioso, todo con T), Madrid -naturaca- y en el Facebook ya ni os cuento, aquí incluyo una francamente curiosa: la de los Abbey Road Bcn Abbey's, un grupo de imitadores de los Beatles que hay en Barcelona y que están entre los mejores del Mundo.


Y es que hoy ha sido mi cuarenta y cinco cumpleaños: después del año tan nefasto que fue el 2010, me propuse que a partir del 2011 mi vida sería otra cosa: en la medida de mis posibilidades juerga, juerga y juerga, y nada como un cumpleaños para divertirse. Ojo, que al mismo tiempo soy consciente de que hay que trabajar, estudiar y  que vivimos tiempos difíciles, pero el día menos pensado se termina la vida y hemos pasado por ella sin haber vivido.

Por cierto, Kike seguro que me felicita en julio: no sé cómo se le ha metido en la cabeza que mi día coincide con el aniversario del aterrizaje en la Luna.


domingo, 12 de junio de 2011

¿No pueden poner las cosas más difíciles?

Desde hace tiempo estoy preparando oposiciones a profesora de secundaria y bachillerato, vamos de instituto; es casi casi como volver a estudiar la carrera, por lo menos para mí, que hice un plan de estudios diferente al que hay ahora: tres años de asignaturas comunes de Historia, Arte y Geografía, y luego la especialidad a elegir entre Prehistoria y Arqueología, Historia Antigua y Medieval, Historia Moderna y Contemporánea, … bueno, esto si tirabas por Historia, si tirabas por Arte o por Geografía no me acuerdo cómo era. El plan de ahora, es Geografía, Arte o Historia desde el principio, por lo que los que vienen del plan nuevo están en desventaja con los que vienen del plan antiguo, pues tienen que estudiar cosas que no dieron en la carrera.

Centrándonos en lo que es la oposición, hay que preparar una programación sobre cómo serían las clases, ajustándose a unas normas legales. La verdad es que no es tan sencillo como parece: cuando se va de nuevas parece que es algo muy fácil y luego resulta que es algo más enrevesado.

También hay que estudiar un temario. Hace un año eran 72 temas: 19 de Geografía, 35 de Historia, 11 de Arte y 7 de Ciencias Sociales. Con lo cual los que vamos de una preparación de Historia seguimos con ventaja. A todo esto, hay que añadir una preparación de ejercicios prácticos: comentario de textos, de mapas, de una obra de arte… Del examen mejor no hablamos, porque sólo el hecho de encontrar el lugar donde tienes que examinarte ya es otra dificultad añadida.

Pues bien, éste año han cambiado el temario: han quitado unos temas, han puesto otros, y los que había los han cambiado de sitio, que si antes un tema hacía el número 27 ahora lleva el 32, por ejemplo. He hallado la correspondencia entre el temario antiguo y el nuevo y hay 9 temas que no había antes. Entonces pensé: por nueve temas que no tengo, no voy a ser tan tacaña de no comprarme el temario nuevo a pesar de qué el antiguo me costó más de 300 euros. A ver si no voy a saber elaborar esos temas y por rata me cae uno de ellos. Me puse a buscar por todas partes y resulta que aún venden el temario antiguo y el único sitio donde ya tienen el nuevo me puede costar más de 400 euros que no tengo ahora. ¿A qué vienen tantas prisas por hacerme con el temario nuevo? Que yo sepa, un examen se prepara con tiempo, aunque éste sea en junio de 2012. También pregunté en una librería donde se vende la versión más barata (más barata porque quizás sea la menos bonita de encuadernación y tenga la letra más pequeña), pero allí me dijeron que no la imprimirán hasta ¡septiembre-octubre! ¿Por qué tienen que esperar tanto tiempo? ¡Que un examen así no se improvisa!

Está claro que de momento me pongo con los temas que ya tengo, y tendré que esperar a que se hagan públicos los epígrafes de los temas que no tengo, porque por poder puedo elaborarlos yo solita pero teniendo los epígrafes, porque no puedo rellenarlos con cualquier cosa. Llegué a casa bastante desanimada, pero supongo que se me pasará.

viernes, 27 de mayo de 2011

La revisión ginecológica


Hace tres días que me hice la última de las pruebas de la revisión ginecológica, ahora tengo que esperar a que me reciba el especialista, a finales de junio, para que me dé el resultado. Supongo que me llamarán antes si ven algo en la mamografía, aunque no creo, porque sino me lo hubieran dicho en el momento. C… en diez, como duele, como si me las hubiera pillado con la puerta. Pero es necesario, y también el examen que nos hacen por los “Países Bajos”: a ninguna le gusta que la toque alguien que no sea su novio. Y no hablemos del análisis de sangre: te clavan una estaca en la vena y por cada tubito que te quitan te aprietan la aguja un poco más: a mí me quitaron cuatro. Por un momento creí que la aguja saldría por el codo, pero no fue así. Todavía me duele…

A lo que iba. Las pruebas ginecológicas son un rollo, sólo la burrocracia (no es errata) hace que te apetezca echarte atrás y no hacer nada, pero hay que hacerlo, no sea que luego vengan las lamentaciones.

sábado, 14 de mayo de 2011

Cuando son los demás los que no han tenido suerte


Estoy en mi puesto de trabajo justo después de comer, con un sueño horrible. De vez en cuando, tomo unos sorbos de refresco con cafeína en un intento de no dormirme. Como no tengo reloj de pulsera, miro de reojo la hora que indica el móvil, porque en ningún lugar de mi pantalla veo algo que me haga saber en qué tiempo vivo. Esto no está mal, pero cuando pasan las horas y no se hacen encuestas resulta descorazonador. Pero tampoco me estoy quejando: no han renovado a todos los compañeros a los que nos vencía el contrato a finales de abril. Y, además, son compañeros que trabajan bien, que me ayudaron cuando no me apañaba con el ordenador y también me enseñaron varios trucos para sacar adelante las encuestas. Me sabe mal la situación que se ha creado. Desde aquí quiero desearles que encuentren un trabajo a la mayor brevedad posible.

martes, 3 de mayo de 2011

¡Que vivan los novios!

Lo confieso, estas cosas me encantan. Y aunque a mí no se me ha perdido nada en este asunto, me las apañé para ver un poco de la transmisión en directo, he visto todas las redifusiones que he podido, y me he estudiado el Hola de cabo a rabo. ¿De qué estoy hablando? Supongo que a estas alturas ya os habréis dado cuenta… De qué va a ser, de la boda de Guillermo de Gales y Kate Middleton, que se casaron el viernes 29 de abril en la abadía de Westminter.


Tengo que decir que me ha encantado, y es que yo para estas cosas soy muy british. Guillermo, que iba con el uniforme de la Guardia Irlandesa, estaba muy guapo. Kate, perdón, Catherine, llevaba un vestido precioso, que recordaba al que en su día llevó Grace Kelly y, por qué no decirlo, al que vistió Belén Esteban.


Su Graciosa Majestad Isabel II (a mí me intriga porqué eso de “Graciosa” si esta mujer no tiene ni pizca de gracia) iba con un traje del que podría decirse que le han cambiado el color con el photoshop, porque, a decir verdad, el modelo parecía igual a los que lleva siempre, solo que esta vez era amarillo pollito. Pero, a su manera, se la veía feliz. Le concedió a los recién casados el título de Duques de Cambridge.


Del resto de los asistentes, cabe decir que entre las damas predominaron los tonos pasteles (se ve que entre las invitadas filtran la consigna de ir en determinados colores) y entre los hombres se vistió con frac y con uniformes de los diferentes ejércitos.

Como no, no faltó quien dio la nota, yo no sé si pretendiéndolo o no: me refiero a las hijas de Sarah Ferguson. ¡De dónde habrán salido esos tocados, sobre todo el de la mayor! (y es que encima no se le cae). ¿Es que nadie les avisó de que iban a un sitio serio? Válgame Dios, esperemos que cuando se casen elijan un poco mejor.


Bueno, yo ví la boda porque tenía ganas de ver algo bonito, algo feliz. Esperemos que siga siéndolo. Y que nosotros lo seamos también.


miércoles, 6 de abril de 2011

Por fin algo bueno

Bueno, tengo trabajo otra vez. Estaré haciendo encuestas telefónicas, que siempre es más fácil que llamar para vender (al menos a mí me lo parece). Empiezo esta tarde y la verdad es que estoy muy tranquila. El día de la entrevista grupal ví a varios de los que serían mis compañeros y parecían gente maja; incluso había personas que se les veía bastante más mayores que a los demás (cincuenta cumplidos y más), y eso me gustó porque es justo que los tengan en cuenta para un trabajo, y no que ahora pasas de cierta edad y no te tienen en cuenta para nada. También, por qué no decirlo, pensé que si a ellos no les descartan para la entrevista por la edad, la mía no es motivo para no conservar mi empleo. Me gustaría ver esta tarde que les han seleccionado para el puesto: estoy convencida de que tienen mucho que aportar. Todo pinta tan bien, que ayer cuando me llamaron para preguntarme si seguía interesada en el puesto y si me podía incorporar hoy, les dije que hoy tenía que ir por la tarde a una revisión médica, que ya la había pospuesto muchas veces y no quería faltar. Me dijeron que ningún problema, que saliendo del médico me presente en el trabajo y que no me olvide del justificante.


Sí, todo pinta muy bien… Supongo que dependerá de nuestra habilidad para hacer las encuestas y de que no nos cuelguen demasiado. Si alguien os llama un día para una encuesta de esas, acordaros que podría ser yo. Ya sé que puede resultar muy pesado, pero las cosas se pueden arreglar si nos ayudamos entre todos.

viernes, 25 de marzo de 2011

Iara

Iara

Ni el terremoto de Japón, ni el bombardeo de Libia impiden que, por fin, pueda dar una buena noticia. Esta belleza de la foto es Iara (i latina, a, erre, a), que nació en Madrid el 15 de marzo a eso de las 11 y media de la noche. La verdad es que la niña se hizo de rogar, la fecha prevista para el parto se retrasó varias veces, pero finalmente todo salió bien: parto natural sin más ayuda que la epidural (vaya, me ha salido un pareado). Iara tiene los ojos de su mamá y los mofletes de su papá, y parece que más o menos les deja dormir… de día, pues Iara tiene la costumbre de reclamar su comida de noche. No es porque sea hija de mis amigos Milton y Zulay, pero la niña es preciosa.

Iara viene al mundo en un momento de incertidumbre económica, pero nunca le faltará de comer ni una buena educación porque sus papás, que tuvieron que emigrar a nuestro país, no paran de trabajar. Y tiene mucha gente que la quiere, porque Iara (“la que es una señora”) ha dado esperanza a mucha gente, como si tuviera la ocasión de evitar nuestros errores y de mejorar nuestros aciertos, y eso es bueno para todos.

Como me ha hecho notar mi amiga Carmen, si añadimos una G al nombre de la niña el resultado es Guiara: ojalá que la ilusión que nos inspira Iara nos guíe a un mundo mejor que el que ella se ha encontrado. Iara, te queremos.

miércoles, 9 de marzo de 2011

El valor de los recuerdos

Estoy muy desanimada. Las cosas no terminan de salir como quiero: no acabo de hacerme con el trabajo (la competencia es feroz, por decirlo finamente). A eso tengo que añadir que, por la crisis, seguramente me tengo que cambiar de piso, dejar el sitio que ha sido mi hogar durante cinco años. Es contradictorio, creo que voy a estar más cómoda en el nuevo sitio, pero dejo muchos recuerdos atrás, recuerdos que a veces son lo que le mantiene a uno con vida. Lo primero en lo que pienso es que me dejo a mi perrito aquí dentro, porque tengo asociado su recuerdo a las paredes de esta casa, y yo no quiero abandonar a mi perro. También tengo recuerdos buenos: Jose y Carmen estuvieron conmigo en el salón de mi casa cuando la Gran Final de Sudáfrica, y cuando acabó el partido, los vecinos salimos al rellano a abrazarnos. Y qué decir del fútbol nacional: Jose, que vive en la casa de al lado, es merengue y yo colchonera. Nos hemos pasado años aporreando el tabique en común: él cuando ganaba el Madrid y yo cuando perdía. ¿Y las cenas con los amigos perpetuadas con fotos horribles? Bueno, y cuando venían a casa los amigos que hice en el barrio a ver la TV… Ahora todo eso se perderá, porque siempre se dice “nos llamamos” y siempre hay alguien que no lo hace. Mierda de dinero.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Si...

Me ha costado pero lo conseguí: tengo trabajo otra vez. Estoy de teleoperadora haciendo verificación de datos. Está un poco lejos de casa pero muy bien comunicado; con salir una hora antes es suficiente. Además, entro a las 12, con lo cual puedo llevar la comida hecha en el mismo día, aunque procuro dejarla hecha desde el día anterior para tener más tiempo para estudiar por la mañana.

No quiero confiarme y pensar que ya tengo la vida solucionada, pero quiero disfrutar de este momento de relativa tranquilidad. De poder “gastar” un poquito más: el fin de semana me voy de comida con los compañeros del anterior trabajo que tuve, me voy a un concierto de música pop y también me voy al cine a ver esa película que han sacado sobre el 23-F. No es que tenga por costumbre juerga, juerga y juerga, pero eran planes que llevaba pensando algún tiempo y se ha dado la casualidad que voy a poder disfrutar de todos ellos en el mismo fin de semana.

No es por echarme flores, tengo gran parte de mérito en lo que he conseguido: he sabido mantener la serenidad en los momentos más difíciles aunque para ello haya tenido que empacharme con chocolate de oferta. Pero también he tenido el apoyo de amigos cuya ayuda no ha sido sólo de boquilla sino que también me han avisado de ofertas de empleo que me podían servir. No digo quiénes son porque me podría despistar y dejarme a alguno en el teclado y eso no estaría bien (de los “otros” ni mentarlos porque como me exalte la lío). A esos amigos que estuvieron ahí quería dedicarles un poema de Rudyard Kipling que dice así:

Si...


Si guardas en tu puesto la cabeza tranquila,
cuando todo a tu lado es cabeza perdida.

Si tienes en ti mismo una fe que te niegan,
y no desprecias nunca las dudas que ellos tengan.

Si esperas en tu puesto, sin fatiga en la espera;
si engañado, no engañas, si no buscas más odio,
que el odio que te tengan...

Si eres bueno, y no finges ser mejor de lo que eres;
si al hablar no exageras lo que sabes y quieres.

Si sueñas, y los sueños no te hacen su esclavo;
si piensas y rechazas lo que piensas en vano.

Si tropiezas al Triunfo, si llega tu Derrota,
y a los dos impostores les tratas de igual forma.

Si logras que se sepa la Verdad que has hablado,
a pesar del sofisma del Orbe encanallado.

Si vuelves al comienzo de la obra perdida,
aunque esta obra sea la de toda tu vida.

Si arriesgas en un golpe y lleno de alegría
tus ganancias de siempre a la suerte de un día;
y pierdes y te lanzas de nuevo a la pelea,
sin decir nada a nadie de lo que es y lo que era.

Si logras que tus nervios y el corazón te asistan,
aún después de su fuga de tu cuerpo en fatiga,
y se agarren contigo cuando no quede nada
porque tú lo deseas y lo quieres y mandas.

Si hablas con el pueblo, y guardas tu virtud.
Si marchas junto a Reyes con tu paso y tu luz.
Si nadie que te hiera, llega a hacerte la herida.
Si todos te reclaman y ni uno te precisa.

Si llenas el minuto inolvidable y cierto,
de sesenta segundos que te lleven al cielo...

Todo lo de esta tierra será de tu dominio,
y mucho más aún: serás Hombre, hijo mío.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Qué larga se hace la espera

Me estoy volviendo perezosa para escribir… Desde que me quedé en el paro, ya he tenido cuatro entrevistas. De un sitio me han contestado para decir que, finalmente, no he pasado el primer filtro (una prueba de Excel que hice con los pies mojados porque ese día estaba lloviendo a cántaros). Por lo menos me han avisado. También hice una entrevista para cajera de supermercado, con tests incluidos. Yo me llevé buena impresión, y dijeron que avisarían con el resultado que fuera, pero no lo han hecho. ¿Eso qué significa? ¿Qué me equivoqué en mis impresiones? Pues bueno, me equivoqué, pero que avisen y que me quiten la incertidumbre. Pero a esos les da igual, claro, como ellos tienen su trabajo uno más o uno menos les tiene sin cuidado. Mientras tanto, algo tengo que hacer para no petrificarme: se me ocurren muchas cosas, pero no tengo claro nada. Al menos estoy tranquila, pienso en verde, el color de la esperanza…


jueves, 27 de enero de 2011

El hombre del tiempo

Siempre hubo más hombres que mujeres diciendo el parte meteorológico, quizás por eso se quedó la expresión "el hombre del tiempo", aunque sea una mujer la que salga en pantalla hablando. Esto viene a cuento porque estos días que paso en casa más tiempo porque aún no tengo trabajo -y porque hace un frío espantoso- escucho la predicción meteorológica con más frecuencia que antes, como si por el hecho de oírla hiciera un poquito más de calor. Un telediario tras otro, oigo al hombre del tiempo hablar de las isobaras, de las p.... nubes, de la lluvia, de los frentes fríos... Nunca entiendo nada de nada, pero todas las personas que se dedican a esta labor tienen algo en común: todos hablan muuuuuy rápido. ¿Alguien les entiende? ¿De qué sirve un servicio tan necesario si a lo mejor no se entera ni la persona que lo está dando?

Pero no siempre fue así...

lunes, 17 de enero de 2011

En busca del trabajo perdido

Demasiado tranquila estoy yo para haberme quedado en el paro hace una semana, aunque quizás por eso ya tengo dos entrevistas, una hoy y otra el miércoles. La de hoy es para teleoperadora (sólo espero que no sea ventas). La del miércoles es para trabajar de cajera en un supermercado donde ya estuve hace años. En principio me apetece más la del supermercado, por aquello de la estabilidad, pero me ha empezado un hormigueo muy inoportuno en la mano derecha…

En cualquier caso, y sin querer dejarme llevar por un falso optimismo, tengo la sensación de que volveré a trabajar pronto. Nada más llegar a casa el mismo día que perdí mi último trabajo, me puse a echar curriculums por internet y algunos los he entregado en mano, con el consiguiente sufrimiento para los pies. De los que envío por internet, tengo la morbosa costumbre de guardar el acuse de recibo para llevar el cómputo de cuántas solicitudes de empleo envío hasta que consigo trabajar de nuevo. Toooodos los días, tres o más veces me siento ante mi ordenador sólo para buscar trabajo. Si cuando salgo a la calle veo una ETT o una empresa donde pueda dejar mi curriculum, ahí se queda; siempre llevo unos cuantos conmigo por si acaso. Lo más chungo es que siempre tengo que ir a todos los sitios con la mejor de mis sonrisas para caer simpática a gente que a lo mejor no vuelvo a ver en mi vida, pero que me pueden abrir una puerta. Pero es que la única forma de conseguir algo es ir en plan rodillo ruso.

A propósito de rodillos, supongo que utilizarían alguno para hacer la empanada de pollo que me compré en un sitio donde entré a dejar mi cv: estaba buenísima.


martes, 4 de enero de 2011

Un sinvivir

Cuando entré a trabajar donde estoy nos dijeron que estaríamos hasta mediados de noviembre, a mediados de noviembre nos dijeron que hasta primeros de diciembre, a primeros de diciembre que estaríamos todo el mes. A finales de diciembre se vio que la cosa daba para más, pero ya no mucho. Lo cierto es que en Navidad hicimos una porra para ver qué día nos íbamos; era una forma de quitarle hierro al asunto, al hecho de que nos quedamos otra vez en el paro. Poco después “se supo” que sería el día cuatro: la noche del tres al cuatro me costó dormir y eché mano de la valeriana… Pues resulta que no: una jefa nos dijo que estamos hasta el día diez, y un rato después otro jefe nos dice que hasta el siete. Si estamos más días, por pocos que sean, mejor, está claro; pero al mismo tiempo es un sinvivir.

Ayer dejé mi curriculum en una pizzería. Hoy fui a un supermercado para echar una instancia para cajera: no se está mal, ya he trabajado en eso dos veces y no me disgustó. También eché una solicitud en una hamburguesería: mientras gusten las patatas fritas y las hamburguesas tampoco puede faltar trabajo. Sólo espero que tanta tensión revierta en algo positivo.