jueves, 17 de mayo de 2012

Para mis amigos perrunos

Como ando algo liada, no paro mucho por aquí, por lo que me he saltado varios posts que tenía pensado escribir y de pronto me encontré con una fecha muy significativa para mí, el 17 de mayo. Y es que hoy Trasgo, mi perro, hubiera cumplido trece años. También su hermanita Vive, su gemela. Ambos subieron al cielo el 2010, año espantoso como no recuerdo otro. Afortunadamente, el tiempo es la mejor cura para el dolor y, aunque sigo recordando a Trasgo, ahora lo recuerdo con emoción e incluso con alegría porque, a pesar de ser un buen compañero, no era ningún santo y también hizo de las suyas. El nombre se lo puso mi madre, inspirada en uno de los personajes de un libro de mitología celta que estaba leyendo cuando lo conoció.

Trasgo a punto de saltar sobre un maravilloso trozo de cualquier cosa que se pueda comer.

A Vive la traté muy poquito, porque no era mía, era de Ana, la primera dueña de Trasgo. A pesar de lo alegre que era Trasgo (Trasgo…, Trasto…), Vive no podía ser más sosa. Parece que cuando nació se vió afectada por la anestesia que pusieron a su madre, Sombra, o le faltó oxígeno, no lo recuerdo muy bien. Lo cierto es que le estuvieron dando masajes para que reaccionara diciéndole “vive, vive, vive…” hasta que reaccionó. Y Vive se quedó.

Vive esperando a Ana.

Pero no quería recordar la fecha de hoy como algo triste. De vez en cuando echo un vistazo a fotos y videos sobre perros, y a veces he encontrado cosas muy divertidas. Hace poco descubrí en Youtube un vídeo en el que salen unos perros cantando ópera. El protagonista es Basil, un scottish terrier (como Trasgo y Vive) que no tiene miedo al directo… Está todo en inglés y sin subtítulos, pero creo que no necesita traducción. Kira, Mora, Scott: esto también es un homenaje para vosotros. Bueeeno, ya no os aseguro que lo próximo no será de perros… ¡Guau, guau, guau!