viernes, 30 de agosto de 2019

Vida propia

Ahora debería estar escribiendo unas líneas sobre el incendio del Amazonas o el de Canarias; quizás sobre el Brexit por cjns de Johnson o la fallida compra de Groenlandia (creí que era una broma) de Trump. Y mira que digo “se avisa con tiempo”, nada. Mañana (en realidad ya es mañana) tengo planes con mi madre (sí, con mi madre). No sabemos si nos iremos al Prado a ver una exposición de pago, o si haremos una sesión continua de peli-pizza en casa. Lo que no me apetece nada (y me lo veo venir) es que llame alguien para cualquier cosa, y que luego se sorprendan si decimos que no, o que traten de desbaratar nuestros planes porque no les encaja que haya vida más allá de su gris existencia (no estamos obligadas a aburrirnos por quedar bien). Y sí: la ausencia de marido y/o hijos de los que cuidar no significa que no tengamos vida propia, al contrario, nos permite tenerla, ocuparnos de nosotr@s, y ser felices fuera de lo socialmente establecido.