lunes, 1 de noviembre de 2021

Un año y diez meses

Ya no quedan ni tres semanas para el examen que tenía que haber hecho en marzo de 2020. Lo anunciaron con tres meses de retraso sobre el tiempo previsto y, de pronto, a la m*****: se cancela el examen por la dichosa pandemia.

Ya sé lo que puede pensar mucha gente, “mejor, más tiempo para estudiar”, y por una parte sí. Por otra, yo estudio mejor sabiendo con antelación la fecha: así calculo mejor lo que debo estudiar por día. El problema surge cuando no sabes cuánta es la antelación.

Con esta prueba la preparación ha sido como un acordeón: previsto para enero (estudio a la carrera), previsto para marzo (me relajo un poco), salió la fecha para marzo (otra vez corriendo) y, de pronto, cancelado hasta nuevo aviso (parón indefinido).

Un año y diez meses de más para estudiar. A ver, que de más es un decir, pero cuando no sabes la fecha y no sabes cuándo se acaba el malestar la fecha la sientes cada vez más lejos, como si te movieran el horizonte cada vez que sales al campo.

Y un día de ya no me acuerdo cuándo sale otra vez la fecha… pero no sale dónde. Parece una broma. Supongo que estarán buscando algún sitio para hacer el examen con seguridad. Supongo no, espero. Si llego a la sala del examen y veo que nos ponen a todos aborregados soy capaz de largarme. Tengo miedo, no sé qué va a pasar.