jueves, 23 de julio de 2020

Colaboradores

Tengo el extraño convencimiento de que no me va a faltar nada en el futuro, aunque no sé en qué me baso porque mi vida está en punto que no va hacia ningún sitio.

Intento aprovechar el tiempo estudiando, leyendo, en una palabra, formándome para estar a la altura cuando encuentre un trabajo. Llegará. Lo que no ayuda es oír los sueldos de gente que sale por televisión. Hay uno al que le pagan tal barbaridad que tendría que trabajar diez años para ganar lo que esa persona gana en un día. Se trata de un futbolista. Supongo que el asunto mueve mucho dinero: patrocinadores, publicidad, y un largo etcétera de cosas.

Por lo menos ese hombre hace un trabajo, pero esos “colaboradores” a los que se les paga, por ejemplo, 500.000 al año… Aquí sí me niego a calcular cuánto tiempo tendría que trabajar para ganar eso. Es desalentador, mucho, ver todas las pegas que tenemos las personas corrientes para tener un trabajo, ya no hablo siquiera de algo para lo que hemos estudiado, mientras que a otros se lo dan sin pedirlo.

Voy a encender el aire acondicionado, porque buscar trabajo con el calor que da el portátil es muy chungo. Estoy muy desalentada, no sé cuándo voy a volver a trabajar, pero tengo que seguir buscando. A ver si ya no me sale eso de “esta oferta ya no está disponible”.

viernes, 3 de julio de 2020

Palos en las ruedas


Hace ya varios días que quedó atrás el estado de alarma, que ha durado 99 días. Parece que por fin estamos empezando a salir de una situación difícil, pero no sé cómo porque hay quien se pasa las normas por el forro: los que no llevan la mascarilla ni en el codo, los que van fumando y su nube ocupa todo el ancho de la acera, los “hola, mua y mua”. Si no eran para tanto…

Luego está que no entiendo que prevalezcan os temas económicos sobre los humanos. ¿Cuál es la solución? No lo sé, los dos son temas importantes, y seguramente no habrá algo que sea a gusto de todos. Seguro que lo más adecuado se sabe a posteriori, eso siempre. Como dijo alguien “es muy fácil prever el futuro cuando ya ha pasado”.

Y luego está el tema de los entendidos, ¿quién no ha recibido por WhatsApp un mensaje con cualquier tipo de consejo, y que no cita las fuentes? Ahora están los que se oponen a las mascarillas, al distanciamiento social, a saludarse con el codo y a la desinfección sistemática. ¿Se puede ser más bestia? Me olvidaba, estos también se oponen a la vacuna (a esa y a todas).

Sé que si no puedo aportar una solución constructiva mejor callada que “poner palos en las ruedas”. Esta frase tampoco es mía, pero viene “ad hoc”. Solo espero que no tarde en llegar el momento en que los palos ayuden a caminar y no a impedir que las ruedas se muevan.