lunes, 22 de abril de 2013

Las ONGs (II): la Cruz Roja


Debería pasarme más por aquí; escribir puede ser una terapia cuando se tienen preocupaciones, pero no me gusta hacerlo cuando considero que no encuentro las palabras adecuadas, sobre todo si se trata de hablar con el mayor de los respetos del trabajo de otras personas, en este caso de la labor de aquellos que forman parte de la que es, quizás, la organización más conocida de ayuda a personas en situación vulnerable, especialmente si se trata de conflictos armados: la Cruz Roja, Media Luna Roja en países musulmanes.

Banderas con los emblemas de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

No sobra recordar, aunque sea someramente, cómo surgió esta organización. Jean Henri Dunant, ciudadano suizo y hombre de negocios, tuvo el triste privilegio de ser testigo de la batalla de Solferino, librada entre el ejército de Francia y Piamonte por un lado, y el de Austria por el otro; corría el año 1859. Aunque suene a tópico, Dunant quedó fuertemente impresionado por la cantidad de víctimas, cerca de 40.000: casi nadie se ocupaba de los heridos y tampoco se mostraba preocupación por retirar a los muertos del campo de batalla. No es ninguna leyenda que Dunant convenció a gente de poblaciones cercanas a ayudar a las víctimas, sin importar el bando en el que hubieran luchado.
 
Jean Henri Dunant.

Batalla de Solferino.

En España, fue la Orden de San Juan de Jerusalén quien se encargó de traer a nuestro país la organización, siendo el envío de ayuda a las víctimas de la Guerra Franco-Prusiana la primera participación a nivel internacional de la rama española de la Cruz Roja.

Emblema de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén.

Actualmente, la Cruz Roja Española participa en “otras guerras”: actúa en situaciones en las que se necesita asistencia médica en cualquier punto del territorio nacional, ayuda a refugiados, ayuda a luchar contra la pobreza, a discapacitados, a personas mayores que ya no pueden valerse por sí mismas, a inmigrantes… También podemos apreciar su intervención en tareas de rescate de gente en peligro en la montaña o en el mar. Y como organización que está al día en las necesidades de nuestros tiempos también lucha a favor de la mejora del medio ambiente. La verdad es que hacen muchas cosas…


Pero todo eso se puede perder. Por poner un ejemplo, en España se ha recortado el presupuesto en un 46%, por lo que ya no hay ayudas sociales, ya no se puede luchar contra los desahucios ni ayudar a discapacitados. Eso sí, las comisiones bancarias siempre están ahí. Ahora, Cruz Roja Española busca reclutar un millón de socios para reactivar las ayudas: es difícil, pero no imposible. Por eso, cuando veáis en la calle a alguien de Cruz Roja que os pida unos minutos de vuestro tiempo, os ruego que al menos le escuchéis, que ya es algo. Que si no le podéis ayudar vosotros, a lo mejor conocéis a alguien que sí pueda. Venga, que se trata de la Cruz Roja.

Jean Henri Dunant de mayor.