jueves, 23 de julio de 2015

La batería del móvil

Ayer me ocurrió algo que para mí es inaudito: me quedé sin batería en el móvil. No es que se acabe el mundo por eso pero, cuando estás en el paro (aunque yo prefiero decir sin un trabajo remunerado) algo así es todo un drama porque la llamada mágica se puede producir en cualquier momento.

El camino de vuelta a casa se me hizo eterno, como si por preocuparme fuera a llegar antes. Tardé cuarenta minutos que me parecieron cuarenta años y, cuando por fin llegué a casa y enchufé el teléfono… nada.

Ni siquiera encendí el ordenador. Cené ligero y a dormir. Solo espero que hoy sea mejor día.