jueves, 12 de julio de 2012

La Marcha Negra

Estoy a dos días de saber si paso a la siguiente fase de la oposición. Durante muchas semanas ni he querido ver las noticias para no deprimirme y poder centrarme en lo mío, pero semejante ostracismo no ha impedido que me enterase de algunas cosas porque, a ver, la gente habla por la calle y en el Metro siempre hay alguien que va leyendo la prensa gratuita: imposible no enterarse de nada si quién la va leyendo es alguien que tienes enfrente.

Marcha Negra a su paso por Villacastín (Segovia).
Mineros a su llegada a Madrid.

Lo cierto es que hoy, fecha en la que he firmado el despido del trabajo en el que estaba, he releído algunas cosas que había apuntado desde días atrás; yo siempre llevo un cuadernillo donde voy apuntando ideas o cosas que me llaman la atención. Algunas de esas cosas eran: recortes en ayudas a niños autistas, los pensionistas tendrán que tragar con el copago de los medicamentos, subida del IVA, recortes a los desempleados… Pero quería destacar un acontecimiento: ayer llegó a Madrid la Marcha Negra, unos 200 mineros (y mineras) procedentes de Asturias, Castilla-León, Aragón, Castilla-La Mancha y Andalucía: SE HAN HECHO EL RECORRIDO A PIE, tardando un total de 19 días. Y entre Oviedo y Madrid hay más de 400 kilómetros. Vienen a protestar por los recortes que amenazan a más del 50% del sector. Se hizo una marcha nocturna atravesando la Gran Vía de Madrid, y también se hizo una manifestación en frente del Ministerio de Industria, marchas a las que acudieron una multitud de personas que fueron a arropar a estos héroes.

Marcha nocturna de los mineros en la Gran Vía de Madrid.
Mineros camino del Ministerio de Industria.

Ahora mismo no sé cuánto me queda de paro, ni sé cómo haré cuándo se me acabe el dinero si para entonces sigo sin trabajo. Pero también pienso en cómo estará esta gente, cómo estarán todos esos mineros para que hayan venido a Madrid, insisto que a pie, en una de las épocas de más calor de todo el año. Y no falta gente que se permite ironizar en público sobre estas personas, al fin y al cabo, seres humanos que luchan por su pan a costa de mantener un trabajo que no es precisamente cómodo. ¿Cuándo se va a recortar de los sueldos de las personas que toman estas medidas?

miércoles, 4 de julio de 2012

Un dios salvaje

Escribo esto mientras regreso a casa después de haber visto una película de Roman Polanski, Un dios salvaje. No estaba mal, aunque quizás demasiado claustrofóbica: se desarrolla en un 95% en el salón de una casa. La película trata de dos parejas que se pasan la película discutiendo en ese salón sobre los hijos de ambas, y es que uno de los chicos le ha roto dos dientes al otro.

Bueno, me merecía esta distracción después de haber sufrido el examen de la oposición este lunes. Era un ejercicio práctico (comentario de una cliserie ¡ay! para Geografía, comentario de texto con Aristóteles y Marx incluido para Historia, y comentario de una lámina con panteón para Arte) y uno teórico a elegir entre cuatro: yo elegí los Austrias. Estábamos convocados a las 9 de la mañana y no me fui del lugar del examen hasta las 14,30. No fue tan angustioso como pensaba y, si apruebo lo del lunes, el día 15 haría la defensa de la Programación y haría una prueba más, esta vez sólo de alguno de los temas de Historia del Mundo Contemporáneo de 1º de B.U.P., curso y materia en las que baso mi Programación. Pero hay algo a lo que vengo dándole vueltas desde el día del examen: según mis cálculos, basados en que un profesor de los que vigilaban dijo el número de tribunales y en el hecho  de que en mi grupo éramos unas 25 personas, el número de aspirantes para las 11 plazas que se ofrecen para la especialidad de Geografía e Historia, sería de unas 660 personas, pero luego me acordé que la gente que se examinaba en mi tribunal se distribuía en dos aulas. (Quiero hacer una puntualización: las 11 plazas de acceso libre, salen de las 30 que se ofrecieron cuando se convocó la oposición. Esas 11 con las que quedan después de quitar las destinadas a opositores con minusvalía o a los procedentes de otros cuerpos de funcionarios. En una información publicada en el diario El Mundo el lunes 2 de julio, a las 14,31 horas, el número de plazas son 300, de las que desconozco su procedencia).

La verdad es que, después de la última prueba tenía tantas ganas de regresar a mi cuarto para descansar, que no me fijé si pasaba lo mismo con el resto de los tribunales. Y espero que no, porque de ser así, en vez de 660 aspirantes para 11 plazas serían muchos más. (Otra puntualización: en la misma información del diario El Mundo mencionada más arriba, pone que los aspirantes a esas 300 plazas son un número de 2.146). Desconozco el origen de todo este caos, pero se me hace como que lo ha organizado un dios salvaje.