domingo, 6 de septiembre de 2020

Invisible


Estoy triste porque siento que ciertas personas no me valoran como me gustaría, y no me atrevo a decir como debieran. Hay personas que nos creamos ciertas expectativas, y luego no sabemos pensar si es por culpa nuestra o porque hemos dado con un capullo o capulla que ha jugado con nosotros: el resultado es que nos sentimos invisibles. Lo peor de esto es que esa gente nos impide valorar como se merece a gente buena que se conoce de cuando en cuando.

Un día alguien me dice “te tengo que contar una cosa”, y lo que me dice me hace ver que me valora lo suficiente como para contármelo. Otro día, alguien me dice “te quiero contar algo porque me das confianza”. Y aunque parezca una tontería, también está quien me envía fotos de los postres que se toma… Cuando ocurren estas cosas me siento importante, mi mundo crece y siento que encuentro mi espacio en esta mierda de época que nos ha tocado vivir. Pero soy como soy, y jamás entenderé porqué esas otras personas creen que soy invisible. No pido la Luna, pero tampoco que me suelten a Júpiter en la cabeza. Hay veces que no sé qué pensar, no lo sé. Bueno, sí: a ver cuándo se acaba esta mierda de pandemia.