sábado, 20 de julio de 2013

Una tarde en la Plaza de las Cortes


Estuve pasando la tarde en la Plaza de las Cortes, esperando a que mi madre saliera de un acto en la Embajada de México, que está muy cerca.

Había una furgoneta de antidisturbios en frente de la puerta del Congreso, varios periodistas en las inmediaciones (quizás esperando alguna noticia)...


y varios muchachos con monopatines haciendo malabarismos para no caerse al suelo.



De fondo, la música de un carrillón cercano...



¡Qué tonterías estoy diciendo! Puedo recoger a mi madre porque otra vez estoy sin trabajo.


Hace un calor que le deja a uno pegajoso; los antidisturbios deben tener fritos los pies con esas botas que llevan; los periodistas no hacen más que alisarse el traje porque ya no se les ocurre qué hacer; como me alcance un monopatín, cobran; y me importa una mierda la música del carrillón.

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