miércoles, 20 de marzo de 2013

Sobre la Sanidad Pública


Vengo de hacerme las consabidas pruebas para las revisiones médicas que siempre dejo pendientes por no faltar al trabajo. De casualidad, me di cuenta de que no eran en el hospital que yo pensaba y pude rectificar a tiempo e ir al que me habían asignado (menos mal, sino la hubiera liado parda…).

Llegué media hora antes para la primera prueba, y no pusieron reparos en atenderme en ese momento. Me quitaron dos tubitos de sangre y yo mirando para otro lado, porque usaron un artilugio realmente impactante (cada vez llevo peor lo de las agujas). Acto seguido, me di un homenaje en la cafetería del hospital porque, lógicamente, había ido en ayunas: me tomé un cafelito y una tostada de pan con aceite que me supieron a gloria. Mi desayuno no llegó a 2 euros.

Después fui a radiología. Apenas tuve tiempo de sentarme y ya me estaban llamando para entrar. La auxiliar, creo que enfermera, hizo lo posible porque yo tuviera la menor cantidad de molestias. Y antes de marcharme, la radióloga ya había visto las placas y pude irme sabiendo que no tenía nada.

La pregunta es: ¿Por qué hay quién se empeña en cargarse la Sanidad Pública?

No hay comentarios:

Publicar un comentario