viernes, 3 de agosto de 2012

El Hospital Clínico Veterinario

Poco a poco voy regresando a la normalidad, después de mi fallido examen de julio y molestias estomacales provocadas por las preocupaciones y el calor, lo que me ha retrasado en un montón de planes. Esa normalidad incluye haberme quedado sin trabajo, lo que da mucho tiempo para pensar y volver a escribir, por ejemplo, sobre el cierre del Hospital Clínico Veterinario de Madrid el 12 de julio, por falta de crédito. Este centro está vinculado a la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense, y es donde sus estudiantes hacen las prácticas.

Hospital Clínico Veterinario.

Hace cosa de dos años tuve el triste privilegio de saber de la categoría humana y profesional del personal de ese centro cuando mi perro Trasgo fue tratado ahí de sus dolencias en sus últimas seis semanas de vida. En todo ese tiempo, no nos pudieron tratar a Trasgo y a mí con más cariño, lo cual se agradece en una situación que para mí era del todo nueva. Cuando la muerte de Trasgo se hacía ya algo inevitable, le pregunté a su oncóloga si podía donar su cuerpo para investigación, y me dijo que sí, y que ese era precisamente el lugar donde debía hacerlo: lo hice porque era el mejor equipo oncológico para perros de toda España. Aquí quiero dejar bien claro que si no salvaron a Trasgo es porque ya no se podía hacer nada por él, y que si doné su cuerpo a la ciencia fue por ayudar a otros perros. Y quién sabe si lo que estudiarían con él también serviría para ayudar a personas.

Ya sé que mucha gente estará pensando que antes que dar dinero a los animales mejor dárselo a las personas. Pero, los que nos hemos pasado casi toda la vida solos no lo vemos así: no hay nada como un guau o un miau para combatir una depresión. Y tener la seguridad que va a haber alguien que atienda a nuestro perro, gato, caballo o lo que tengamos, y que además lo haga bien, es algo que no tiene precio. El Hospital Clínico Veterinario de la Universidad Complutense de Madrid es un referente de cómo debe ser un centro de esas características. 

Trasgo en una mesa de reconocimiento del Hospital Clínico, hace dos años.

Pero no todo van a ser malas noticias. El malestar que me ha impedido trabajar en los blogs durante tanto tiempo ha hecho que el final de este post sea muy diferente al que tenía pensado cuando empecé a escribirlo. Resulta que el 30 de julio ha habido una reunión en el Rectorado para hablar de la reanudación de la actividad del Hospital Clínico, y parece que se tienen esperanzas de que no tarde mucho. De ser así, sería la primera noticia con esperanza que oigo en mucho tiempo.

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