Aprovechando mi nuevo periodo de desempleo, que espero
sea breve, voy a procurar ir a todo lo que sea gratis por ser desempleada. En
esas condiciones fue que visité por primera vez el Museo Thyssen de Madrid, que
tiene una magnífica colección de pintura. Recomiendo ir a verla.
Lo cierto es que aquella primera vez fui sola y mi
papeleta de desempleo no era tan grande como las hacen ahora. No sé porqué, me
acerqué al mostrador muy contenta (no sé porqué porque no tiene mucha gracia
estar en el paro) y le dije a la señorita que estaba al otro lado “¡Hola, estoy
en el paro! ¿Me da una entrada?”.
Aquella mujer me miró muy asustada, como si se le
acercara un homeless a pedir una
limosna. “Por favor, deme su papeleta de desempleo” me dijo, se la di y la
cogió por una esquina con mucho asco, como si corriera el riesgo que mi
condición se le fuera a pegar. Metió mis datos en el ordenador y me dio la
entrada.
De aquello hace casi diez años y todavía me acuerdo.
Espero por su bien que esa mujer no haya tenido los problemas de trabajo que he
sufrido yo, y que haya mejorado laboralmente. Por fortuna, esa actitud distante
hacia una persona que reclama su entrada gratis no se ve en todos los sitios.
Incluso en algunos te dicen dónde poder echar el curriculum. ¿Alguien sabe de
algún sitio?
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