sábado, 14 de mayo de 2011

Cuando son los demás los que no han tenido suerte


Estoy en mi puesto de trabajo justo después de comer, con un sueño horrible. De vez en cuando, tomo unos sorbos de refresco con cafeína en un intento de no dormirme. Como no tengo reloj de pulsera, miro de reojo la hora que indica el móvil, porque en ningún lugar de mi pantalla veo algo que me haga saber en qué tiempo vivo. Esto no está mal, pero cuando pasan las horas y no se hacen encuestas resulta descorazonador. Pero tampoco me estoy quejando: no han renovado a todos los compañeros a los que nos vencía el contrato a finales de abril. Y, además, son compañeros que trabajan bien, que me ayudaron cuando no me apañaba con el ordenador y también me enseñaron varios trucos para sacar adelante las encuestas. Me sabe mal la situación que se ha creado. Desde aquí quiero desearles que encuentren un trabajo a la mayor brevedad posible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario