jueves, 29 de abril de 2010

¡Aupa Aleti!

¡Qué partido, creí que me daba algo! Hubo un momento en que tuve que cambiar de cadena por unos minutos porque no podía más con la tensión. Por si alguien no se ha dado cuenta todavía, estoy hablando del Atlético de Madrid-Liverpool, jugado en tierra de Los Beatles.

 

90 minutos de juego, 30 de prórroga (más o menos) y un gol de Forlán nos plantó en la gran final de Hamburgo contra el Fulham el 12 de mayo. No había pasado tantos nervios desde el año del doblete. Por fin un gran equipo nos hace soñar otra vez.

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