Esta
semana he empezado en un trabajo nuevo en el que había depositado muchas
ilusiones. Por necesidades de la empresa, mi formación se ha visto reducida a
cuatro días, cuando lo habitual son dos semanas. Esto no tendría porqué ser un
problema si mi instructora (mi compañera de trabajo) se hubiera tomado la
molestia de prestarme la debida atención en vez de ponerse a organizar el fin
de semana próximo cuando todavía es lunes. El sábado será mi segundo día sola
en el puesto asignado -de cara al público- y esta persona se habrá ido a bailar
sin el más mínimo remordimiento por haberme enseñado mejor cómo va a ser su fin
de semana que cómo debo hacer mi trabajo. Quedaré como una imbécil.
viernes, 26 de febrero de 2010
Sola ante el cliente
Etiquetas:
compras,
formación insuficiente,
trabajo
miércoles, 17 de febrero de 2010
Malos tiempos
¿A
quién le cuento algo nuevo si digo que son malos tiempos? Malabarismos hago
para pagar mis facturas, y ya me he perdido varias pelis por lo caras que son
las entradas. Lo peor: esa gente que aprovecha para hacer leña con los árboles
caídos. Lo mejor: esa gente que te da su tiempo, su compañía, su cariño. No
quiero decir nombres porque no estaría bien si me olvido de alguien, pero sí
quiero mencionar a un ser especial, que siempre ha estado junto a mí, que nunca
me ha fallado, que está a mi lado sin palabras, que se entristece si me voy y
se alegra cuando llego a casa. Es mi compañero, mi amigo del alma, mi perro:
Trasgo.
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