martes, 20 de diciembre de 2022
Como un globo que se desinfla después de pincharse
sábado, 30 de julio de 2022
Ten cuidado con lo que pones
“Ten cuidado con lo que pones, a ver si lo van a leer”, me
dice mi madre. “De eso se trata, mamá”, aunque no creo que las personas a las
que me refiero lo lean, sencillamente porque no leen.
Ahora mismo ha llamado la señora a la que me refiero en el
post anterior, para hablar dice. Creo que no tiene a nadie más que a mi madre
para hablar porque esta señora no para, sino no se explica. Yo no he cogido el
teléfono, pero me doy cuenta de que es ella porque a mi madre no le deja meter
baza. ¿Se puede ser más egoísta? Ya colgó.
Este tipo de gente es la que, cuando les llamas tú, no
tienen tiempo si no es para sacarte algo. Es como que se dan un tiempo para
algo mientras tú te haces la ilusión de que les has caído bien y tienen interés
en ti. En tus cosas diría yo: tus amigos, tu trabajo o tu lo que sea. Ahora
mismo estoy pensando “a ver si mamá tiene razón y me leen”. Me cohíbo, no me
atrevo a decir lo que pienso.
Estas personas son de ese tipo de ¿gente? que si no es el
centro de atención de todo desbarata lo que sea, caiga quien caiga, les da
igual, aunque echen a perder el mejor plan del mundo. Y lo hacen de una manera
muy sibilina, como una serpiente que se arrastra y se te enrolla y te
estrangula hasta que dejas de ser el centro de tu propio universo y pasas a ser
el centro de una nada.
Ojalá consiguiera pasar de esa gente: a lo mejor hasta me atrevería a decir lo que pienso. Ya no veo las noticias, con lo mío tengo suficiente. Gracias a ti que me escuchas.
domingo, 10 de julio de 2022
Sentando cátedra
Yo creo que a mi madre le da miedo que conteste al ring del
teléfono, y es porque tengo muy buena edad de no quedarme callada. Sabe que no
me gustan algunas opiniones y que ya no disimulo si algo no va conmigo.
Sin ir más lejos, ayer llamó una mujer que más que hablar
llama para monologar. Habla, habla y habla y en el milimétrico momento en que
para haciéndole creer a mi madre que le importa su opinión en realidad lo que
hace es tomar aire para seguir hablando antes de que mi madre tenga tiempo de
decir amén. Maldita egoísta.
Por las respuestas que daba mi madre me daba más cuenta de
lo que hubiera querido de cómo opinaba esa mujer: me niego a reproducir nada
porque no me alcanza la educación para decirlo sin que suene mal. ¿Qué se puede
esperar de alguien que dice “todos son iguales” por no reconocer los méritos de
los que no piensan como ella? No sé si seré capaz de reprimir mi opinión la
próxima vez que esa mujer llame para sentar cátedra.
miércoles, 29 de junio de 2022
Miraste hacia otro lado
Un día tuve un problema y se lo conté a alguien. ¿A quién?
Anda, si se ha ido. Da igual. Anda, otro que se va. Y un día te lo conté a ti:
tú también miraste hacia otro lado, en realidad me decías que me podías ayudar
pero que no te daba la gana echarme un cable. ¿Te sientes más fuerte así?
Pero un día necesitaste un favor y te acordaste de mí. ¡No
entendiste porqué te dije que no! Que si me enfado, que si me he hecho
abanderada del feminismo… ¿Te molesta? ¿De verdad que no entiendes por qué no quise
ayudarte? Un poco cortito sí que eres.
No lo esperaba de ti, miraste hacia otro lado.