domingo, 26 de febrero de 2017

Café de puchero


Hace tiempo una persona me preguntó si tenía alguna ilusión. No supe que decirle, en ese momento mi vida no iba a ninguna parte. Pero las cosas pueden cambiar.


Una sucesión de absurdos traslados había diseminado mi biblioteca por diferentes sitios, demasiados. Ahora los voy recogiendo de un sitio y de otro. Las cartas marruecas y David Copperfield aparecieron en lo alto de un mueble que llegaba al techo, junto a un cuaderno de álgebra de mi abuelo que mi madre estuvo buscando y buscando.


Una gramática de alemán en un cajón roto en un garaje; un libro sobre Irlanda en una buhardilla... ¿Cómo llegó hasta allí? También, poco a poco van apareciendo mis recuerdos sobre los Beatles: recortes de prensa, pósters, vinilos y partituras. Y mis guitarras, claro: ahora sonarán de otra forma. ¡Los autógrafos que me firmaron los Cadillac cuando aún estaba en el instituto! (de eso hace mucho). Platos, vasos y ollas que a saber cuánto tiempo tienen. 


Mientras voy sacando todos mis tesoros de las cajas, se calienta el agua en un puchero para hacerme un café. Cierro los ojos con mi taza entre las manos, el silencio de la mañana, mi ilusión.


2 comentarios:

  1. Cierro los ojos con mi taza entre las manos, el silencio de la mañana, mi ilusión.
    No has pensado en escribir?, elegantes frases.

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