El día 11 de noviembre empecé las prácticas –tanto tiempo
esperadas– del curso de asistencia a la edición que hice hace meses. He
aprendido sobre corrección de textos, sobre máquinas de impresión y edición, y
sobre administración, todo esto en el marco de lo que sería una
editorial-imprenta (en realidad se trata de un organismo público, pero no digo
cuál porque no sé si puedo).
He aprendido un montón, y me están tratando
estupendamente, cosa que, aunque no lo parezca, también es importante. Estoy
segura que la experiencia me servirá, los madrugones han merecido la pena:
lástima que acabe el día 28 y que no es un trabajo de verdad.