martes, 12 de agosto de 2014

Pato laqueado

Cuando era adolescente era muy diferente a como soy ahora....


Mis amigas me decían que era como el pato Lucas cuando le daba un ataque de risa: no podía parar, y después de calmarme me daba un ataque más fuerte que antes, hasta que un corta-rollos o el dolor de tripa me calmaban (y aún así soltaba después alguna risita).


Lo cierto es que, por cosas de la vida, yo he cambiado; ya no me echo las risas de antes, pero tampoco lloro: por fuera tengo cara de póquer, y al pato Lucas lo han hecho laqueado.


¿Todo porqué? Nunca falta gente que se divierte pisando, humillando a los demás, como si con ello fuera a cambiar su vida o a olvidar sus frustraciones.



Pero todos llevamos un dragón dentro… Y el dragón se está despertando.



No hay comentarios:

Publicar un comentario