lunes, 8 de octubre de 2012

Buitres


Hoy es domingo, supongo que no llamará. Me refiero a un empleado de la entidad bancaria donde me ingresan el paro desde que me quedé sin trabajo allá por el mes de julio.

Joven empleado de banca buscando posible cliente para un seguro.

Tuve que ir un día a mi sucursal, hace ya tiempo, a hacer una gestión y uno de esos señores que se sientan en las mesas me ofreció un seguro (no me acuerdo de qué), pero como estaba a punto de quedarme sin trabajo no me lancé (y de seguir con trabajo dudo mucho que lo hubiera hecho). A pesar de ello, ese buitre con aspecto de empleado de banca no deja de llamarme toooodos los meses. Y yo descuelgo el teléfono con la esperanza de que se trate de una oferta de empleo. A ver, que tiene que hacer su trabajo, pero muy listo no debe ser para no darse cuenta todavía que su producto me importa un carajo y que haría bien en buscarse otro cliente, más que nada por no perder el tiempo (y por no hacérmelo perder a mí). Pero si este chico (digo chico porque no pasará los 25 años) es un buitre desesperado por vender algo porque a saber si se juega el puesto o le dan comisión (eso ya no lo sé), sus jefes son aún más buitres, y no les importa que se esté ofreciendo un producto a alguien que no da garantía de continuidad en el pago, porque lo que importa es sacar los cuartos a cualquiera durante el tiempo que sea posible, aunque sea a alguien que no tiene ni medio año con prestación por desempleo. Y una vez que se deja de pagar, lo que has desembolsado no te sirve para nada.

Jefes del joven empleado de banca decidiendo qué hacer con los posibles compradores de un seguro que lo único que tiene de seguro es que no es seguro que quien lo contrata lo paga todo el tiempo que lo necesita.

Dicho esto, confío en que las cosas no tardarán en mejorar. ¿Por qué no? Ya sé que más de uno o una pensará que soy una ilusa, pero me da igual lo que piensen. Necesito un poco de optimismo, aunque sea imaginario para que los buitres terminen convirtiéndose en una sombra, aunque siempre oscura, si al menos lejana.

Jefes del joven empleado de banca desolados porque no se cumplen las previsiones de ventas de seguros. Pero ¿hay alguien que pueda contratarlos?


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