La verdad es que no me pasa nada. ¿Cómo me va a pasar
nada si casi no salgo? En realidad, casi no salgo porque quiero economizar un
poco. Estoy sin trabajo, como tantas otras personas. Aunque no me faltan
recursos para no morirme de aburrimiento.
Todo lo que se ve últimamente en televisión resulta mucho
más llamativo que las cosas que suelen pasar como los reality-show de diverso tipo, o programas de cotilleos del tipo Comosellame
limón, Comosellame banana, Comosellame naranja. El de banana sustituye a Pasapalabra, programa cultural de gran
tirón y que se suprimió de la parrilla televisiva por problemas legales.
Pero lo que se ve últimamente en televisión, por más llamativo
que pueda ser, no tarda en ser preocupante. No me gusta ver inundaciones, ni que
la gente queme contenedores porque está disgustada, ni que se de tanta
publicidad a un individuo porque le han sacado de su agujero.
En vez de ver tantas cosas así, casi que prefiero ver las
series de siempre, con los capítulos de siempre, que mi vida sea plana y que,
cuando menos me lo espere, de un giro de 180º y que se vuelva como una montaña
rusa, pero divertida.