Antes de entrar a vivir donde estoy, me di prisa por
saber si funcionaba la tele. A fin de cuentas, buena o mala, hace compañía. Y
como tampoco soy una fanática de esas series que están de moda, me apaño con
las que no son de pago.
Lo malo es que, siempre que hace mal tiempo, a la antena
le pasa algo y cada vez se ven menos cadenas, y las cadenas que quedan tienen
una programación que va de mal en peor. Ya no puedo ver Rex, ni Caso abierto,
pero ha aparecido la tele del Real Madrid. ¿De dónde ha salido? Telemadrid y La
Otra aparecen encriptadas y en 24H siempre aparece el mismo tío.
Me da mucho coraje que ese estúpido artilugio me esté
ganando terreno. La cosa ya se ha convertido en un desafío. Al final, terminaré
llamando al técnico de la antena cuando ya no pueda ni ver la novela que me
gusta: sí, yo también veo esas cosas; el que no, que tire la primera piedra.